A lo largo de la historia de la música podemos encontrar obras realmente apasionantes y que destacan por su complejidad, originalidad y siempre vanguardismo entendido en su época.
Mucha gente piensa que el contrapunto nació por la necesidad artística de conjugar las voces armónicamente. Nada más lejos de la realidad. En la Edad Media, el interés de los compositores era conseguir una variedad rítmica. Así nace el canon en prolación, donde la misma melodía es interpretada a distintas proporciones temporales simultáneamente. Johaness Ciconia (c. 1370 - 1412): Le ray du soley.
La densidad textural, las elaboradas micro y macropolifonías no son un invento contemporáneo. Thomas Tallis (c. 1505 - 1585) compuso un motete para 40 voces llamado Spem in alium:
Muchas obras del Renacimiento parecen escritas en el s. XX, Carlo Gesualdo (1566 - 1613) fue un especialista en armonías osadas. Esto se explica porque en esa época se trabajaban las obras horizontal, lineal, melódicamente de manera que la armonía es un "resultado" de la coincidencia vertical de las voces: Moro lasso, al mío duole.
Mucha gente piensa que el contrapunto nació por la necesidad artística de conjugar las voces armónicamente. Nada más lejos de la realidad. En la Edad Media, el interés de los compositores era conseguir una variedad rítmica. Así nace el canon en prolación, donde la misma melodía es interpretada a distintas proporciones temporales simultáneamente. Johaness Ciconia (c. 1370 - 1412): Le ray du soley.
Se añade una voz donde la melodía está reducida a 1/4 de la duración de las blancas.
La densidad textural, las elaboradas micro y macropolifonías no son un invento contemporáneo. Thomas Tallis (c. 1505 - 1585) compuso un motete para 40 voces llamado Spem in alium:
Muchas obras del Renacimiento parecen escritas en el s. XX, Carlo Gesualdo (1566 - 1613) fue un especialista en armonías osadas. Esto se explica porque en esa época se trabajaban las obras horizontal, lineal, melódicamente de manera que la armonía es un "resultado" de la coincidencia vertical de las voces: Moro lasso, al mío duole.
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