LA FORMA MOSAICO

La Forma Musical es la manera de organizar en el tiempo las ideas musicales de una composición.
Los principios fundamentales de la composición se basan en repetición y variación. El oyente necesita reforzar las ideas principales de una obra a base de repeticiones, pero a la vez, si no hay variaciones en la misma, acabará siendo aburrido.
A lo largo del tiempo y de los estilos musicales, estos patrones han variado desde las repeticiones exactas hasta las repeticiones que recuerdan vagamente a la idea original.
En la música clásica se desarrollaron formas basadas en esquemas armónicos, es decir, cada parte tiene establecidas unas tonalidades posibles, así como en secciones contrastantes.
Hay mucha información al respecto, por lo que no vamos a hablar de estas formas clásicas.

En el s. XX se siguieron utilizando estas formas adaptadas a las nuevas corrientes. Pero los compositores buscaron otras maneras de organizar la música. En una entrad previa vimos cómo se pueden utilizar series numéricas para organizar una composición.

Algunos autores diseñaron Formas musicales basadas en "contenedores" de las partes musicales. Así nace la Forma Mosaico. En ella hay una serie de partes (habitualmente cortas) que pueden ser más o menos diferentes, contrastantes, similares, etc... Cada una de esas partes es una pieza del mosaico, el compositor dispone las partes en una secuencia que él determina repitiendo cada parte el número de veces que también considere.

De esta manera, cada pieza de este mosaico es un contenedor de música, un bloque que se puede mover y combinar. El concepto detrás de todo esto es crear una música sin principio ni fin, sin clímax claro. Una música que empieces donde empieces a escucharla siempre tendrá sentido. Es una forma de liberarse de los esquemas formales previos. En la Forma Mosaico tenemos repetición (piezas del mosaico repetidas) y variación (en el orden combinatorio de las mismas), pero no se recurre a estructuras cerradas ligadas a relaciones tonales.

Por supuesto, esta forma Mosaico puede ser aplicada a cualquier estilo, no solo la música del s. XX.
Por otra parte mencionar que no se trata de una desestructuración de la música sino de organizarla de otra manera, cumpliendo aquellos requisitos básicos de repetición y variación.



Vamos a componer un ejemplo partiendo de una tonalidad sencilla como Do mayor. Se escriben varias partes autónomas con distintas texturas, para violín y piano:




Lo que ahora hemos hecho es montar nuestra composición tomando cada pieza como elemento movible y combinable y decidiendo el siguiente orden de las piezas que forman el mosaico (este orden es potestad del compositor):


ABCDEFCDBDFAEDECBFAEFD






Esta es una forma musical alternativa que podemos utilizar perfectamente en el entorno tonal. En la siguiente entrada profundizaremos con ejemplos de esta FORMA MOSAICO.

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